Conversando con Xavier Casado y Albert Maruny

Xavier Casado y Albert Maruny son los principales directores de orquesta del primer certamen de Publicidad y Comunicación donde los estudiantes juzgan y premian el trabajo de profesionales del sector. Ambos llevan 16 años entregándose en cuerpo y alma a los GoliADs, guiando a los ADvids para que cada ediciones salgan adelante de la mejor forma posible.

P: ¿Qué significa para vosotros ser organizadores de los GoliADs? 

X.C.: En primer lugar, para mí es algo muy emocionante. En segundo lugar, se trata de una buena dosis de energía muy chula y positiva, que se transmite tras cada generación con el entusiasmo que muestran los ADvids.

A.M.: Estoy de acuerdo, pero añadiría algo más: orgullo. Porque al fin y al cabo, es nuestro niño, nuestro caramelo, nuestro proyecto, nuestra idea… y poder llevarla a cabo edición tras edición es una auténtica pasada.

P: ¿Qué consejo le diríais a los futuros ADvids? 

A.M.: Que tengan mucha paciencia en el terreno laboral, que no prioricen el dinero, que aprendan, que se sepan echar las cosas a la espalda y no darles más importancia de la que tienen… Y que aprendan, que aprendan y que escuchen mucho, sobre todo.

X.C.: Que aprendan a trabajar en equipo, a ser tolerantes, trabajar duro, comunicación y, sobre todo, tolerancia entre las personas.

P: ¿Cuál creéis que es el aspecto más importante a tener en cuenta para que los GoliADs salgan adelante de la mejor forma posible?

A.M.: Trabajar y comunicarse. Trabajar en equipo, aceptar los puntos de vista de los demás, ser empáticos y asertivos, y otra vez, trabajar mucho.

X.C.: Y entusiasmo.

P: ¿Cómo creéis que influye el evento en las vidas de los ADvids y en la vuestra propia?

X.C.: Hombre, podríamos explicar muchas anécdotas al respecto: a nivel de crisis de pareja, por ejemplo, porque los GoliADs son intensos. En la nuestra suponen bastante más actividad, pero bueno, yo duermo bien igualmente. 

A.M.: Yo añadiría que te vuelven un poquito loco. Sobre todo a medida que se acerca la fecha de la gala en cada edición. Xavi sabe perfectamente que hubo un año en el que, en una tarde, de los ADvids recibí entre llamadas de teléfono, WhatsApps y emails… ¡150 notificaciones! Repito: en una sola tarde. Te desgastan un poco, pero bueno, al final es lo que decíamos: trabajar con entusiasmo y pasión. Y a mí me encanta.

P: Si pudierais mejorar o cambiar una cosa de los GoliADs, ¿cuál sería?

A.M.: Me lo pones difícil… porque realmente no cambiaría nada. ¿Y sabes por qué no lo haría? Porque cada edición de GoliADs es diferente, es imposible decir qué cambiaría o dejaría de cambiar. Podría cambiar cosas de cada una de las ediciones, pero no de los GoliADs en general.

X.C.: Sí, estoy de acuerdo. Al final, cuando se acaban los GoliADs, dices “pues hombre, esto se podría haber hecho mejor”, pero muy pocas cosas cambiaríamos.

P: ¿Podríais explicar alguna anécdota graciosa o divertida que recordéis de alguna edición?

A.M.: Hay un montón, pero muchas no se pueden explicar. Yo recuerdo una de una pareja que había ya en clase –no daremos nombres, hace muchas ediciones— y ya eran pareja. La noche en la que terminaron los GoliADs, me pidieron, al desmontar el Aula Magna, si les podía escenificar su propia boda. Y entonces les “casé” allí, en una esquinita del claustro. Al cabo de 4 o 5 meses se fueron a vivir juntos, a día de hoy se han casado, tienen criaturas… y siempre recuerdo que me dicen: “Aquella boda no fue real, pero nos hizo dar el paso a que nos casáramos de verdad”. Es muy bonito.

X.C.: Sí. No sé si se puede explicar esto, pero bueno… Yo también recuerdo una vez que había una chica que, claro, trabajaba muy intensamente en los GoliADs, y me decía: “Ostras, tengo un problema con mi novio: se piensa que le estoy engañando. Porque cada vez que me dice de quedar el fin de semana, le digo que no puedo porque estoy ocupada con los GoliADs. Y ya no se lo empieza a creer”. Y le dije: “Bueno no te preocupes, dile que me llame, si quieres y yo se lo explico”.

P: ¿Siguieron juntos o no?

X.C.: Sí, sí, después de los GoliADs, sí. A día de hoy ya no lo sé.

P:¿Podéis explicar alguna situación de crisis y cómo la solventasteis?

A.M.: Ha habido muchas. Cada año hay mil anécdotas. Pero normalmente, alguna vinculada con algún personaje externo a la universidad que está invitado a los GoliADs, o que le hemos dado un premio, pero qué quizás ha sido un poco soberbio, prepotente… que no acepta que un ADvid sea quien se ponga en contacto con esa persona, sino que requiere que seamos alguno de nosotros — o incluso altas esferas de la universidad quiénes contacten… Y bueno, estas cositas han generado momentos de sin sabores, pero bueno, gente de ese tipo hay en todas partes.

X.C.: Sí, muchas, muchas, en todas partes. Hay de todo tipo… y una, por ejemplo, el año en el que el fin de fiestas se hacía… ¿en el Mirablau? No…

A.M.: ¿En el Rosewood? 

X.C.: ¿En el Rosewood era? O…

A.M.: Creo que sí.

X.C.: Sí. Y fueron allí y estaba cerrado. Total, que el propietario decía que no, que no había quedado aquel día, que habían quedado otro.

A.M.: ¡Ah! El Atlantic…

X.C.: Eso, el Atlantic. Bueno, hay muchas. ¡Muchas! Podríamos explicaros mil historias, aunque algunas tampoco se pueden contar del todo…

A.M.: También ha habido algún año que ha desaparecido alguno de los trofeos GoliADs el día de antes de la gala.

P:¿Y qué hicisteis?

A.M.: Normalmente siempre hacemos uno de reserva, por si acaso.

P: Si pudierais formar parte del grupo organizador de los GoliADs, ¿en qué equipo os gustaría estar y por qué?

A.M.: Difícil pregunta, pero es que yo te diría, y te digo sinceramente, que estaría en todos. Al final es un evento, y os tenemos que separar a vosotros por grupos porque es la manera de funcionar, porque sois muchos. Pero si en lugar de hacerlo con 20 o 30 personas, lo hiciéramos con 10, pues todo el mundo haría de todo, lo cual es la manera de aprender más, realmente — de estar más en el proyecto, de tocar más teclas

X.C.: Yo tampoco tengo una respuesta clara. Creo que me gustaría poder estar en cualquier grupo.

A.M.: Yo sí sé en qué grupo me gustaría no estar.

X.C.: Ah bueno, yo también lo tengo claro.

A.M.: El grupo de patrocinio.

X.C.: Yo también.

A.M.: Creo que es un grupo que tiene una de las labores más difíciles que hay de todas las posibles de todos los grupos de los GoliADs, y desde hace muchos años, porque pensemos que venimos de una crisis económica que empezó en el 2008, después la pandemia, ahora una guerra… Todo esto hace que sea muy difícil conseguir un patrocinio.

X.C.: Estoy de acuerdo, porque a parte es ingrato. Lo que tienes que hacer es pedir dinero y, por una vez que te puedan decir que sí, vas a tener 50 nos. Lo que pasa al final es que te tienes que meter en situación. Esto es como cuando te llaman de las compañías de telefonía, supongo que ya están muy acostumbrados a que les cuelguen, exagerando un poco. Yo también lo tengo claro, al final sería un grupo que no me gustaría.