Un extremeño, una mexicana, una catalana y un gorila en el escenario

Crónica GoliADs 2015 – Edición IX

La expresión “el mundo profesional es una selva” resulta bastante recurrente para expresar la dificultad y competencia feroz que representa a veces el entorno laboral, donde en muchas ocasiones no se juega del todo limpio. Nos suscribimos del todo a esta afirmación y si bien es cierto que en los entornos profesionales nos podemos encontrar con cualquier cosa, también es verdad que entrar o no entrar en el juego salvaje depende de uno mismo. No sabemos si para curarse en salud ante lo que se les avecinaba o para empezar a entrenarse, los estudiantes de la edición del 2015 se inspiraron en una especie de viaje iniciático por la selva, que les debía curtir antes de dar el salto al mundo real. 

El escenario apareció perfectamente ataviado y tematizado, en forma de selva o sabana, ya que para los más puristas, determinados elementos de la decoración se ajustaban más al panorama que ofrece una sabana que a la frondosidad de una selva. Como presentadores un extremeño, una mexicana y una catalana que nos deleitaron con una rica variedad de acentos, y también un gorila de tamaño real para cuyo transporte se estuvo a punto de contratar una furgoneta, ya que no las teníamos todas que el mencionado animal cupiera en un coche.

La preparación de los novenos GoliADs fue intensa, con largas y largas jornadas de deliberación para escoger ganadores de categorías de comunicación y a los artistas que debían actuar en la Gala. Cuando todo parecía decidido, a última hora vuelta de tuerca y vuelta a empezar. Especialmente dura fue la elección de las actuaciones musicales, ya que empezaron a llover candidaturas de hermanas, amigos, amigos de amigos, y recomendaciones de amigos. Todos dispuestos a actuar en los GoliADs, la mayoría gratuitamente y, en algunos casos, muy por debajo del caché habitual, ya que al fin y al cabo los GoliADs son una excelente plataforma de proyección para cualquier cantante en promoción o incluso consagrado. Además, como el dinerillo extra que debía llegar de patrocinio se demoraba más de la cuenta…, no podíamos acabar de desencallar temas. Posiblemente haya sido una de las ediciones en la que le hemos dado más vueltas al Excel con las distintas versiones del presupuesto.

Fue un año de cambios ya que el equipo de producción se empecinó en mejorar cualquier presupuesto de ediciones anteriores, aunque fuera a costa de disponer de hasta 20 presupuestos distintos con sus respectivas variables a, b, c y d para cada partida. Obtuvieron premios Jordi Hurtado por Saber y Ganar parece mentira, pero para este hombre no pasa el tiempo, lleva desde que se inventó la televisión haciendo el programa y sigue como el primer día El Diari Ara o Joan Costa, como mejor trayectoria profesional. Y, por primera vez, un GoliAD honorífico para la figura José Manuel Lara Bosch, por su contribución al mundo de la comunicación.

Como cada año después de la Gala celebramos un catering en el claustro, siempre que la lluvia o el viento lo permite, pero que gracias a los cuchillos clavados en la raíz de un árbol ha sido casi siempre. Algunas veces con más cantidad y otras con menos pero al final los asistentes siempre tienen algo que llevarse a la boca. Además, en los últimos años gracias a la colaboración en forma de patrocinio de Embutidos Aulet, del gran Gimferrer, siempre acaba sobrando algo para los alumnos que participan en la sufrida operación de “aquí no ha pasado nada y todo queda como lo habíamos encontrado”. Sobre esto habría mucho que discutir, pero a pesar de que siempre hay algún escaqueo que otro, la verdad es que no se puede negar el empeño de la mayoría de alumnos por dejar el Aula Magna, el Claustro y los alrededores como una patena. 

Y después del catering… el momento más esperado para la mayoría, el fin de fiesta en un local lo más cercano posible a la Universidad, pasando antes por el preceptivo botellón para entrar mínimamente cargadito a la discoteca. Todo parecía controlado y sin mayor novedad. Pero la sorpresa y el susto morrocotudo se produjeron cuando los enlaces que teníamos en la sala nos dicen que la discoteca estaba cerrada y sin el menor atisbo de movimiento que hiciera pensar que se iba a abrir en breve. Momentos de auténtico pánico y temores fundados que los organizadores podíamos ser acusados y agredidos por estafa. Llamadas de urgencia al “empanao” de la sala que estaba durmiendo, ya que según él habíamos quedado al día siguiente. Ante las amenazas de diversa índole y la evidencia de que había metido la pata, entró en razón y, en tiempo record, reunió a su equipo habitual de seguratas y camareros para que la 9ª edición de los GoliADs tuviera un final feliz.

Xavier Casado Cortes

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